Memorias póstumas del Brigadier General D. José M. Paz Comprende sus campañas, servicios y procedimientos, desde la guerra de la Independencia, hasta su muerte, con variedad de otros documentos inéditos de alta importancia. Buenos Aires, Imprenta de la Revista, 1855.

En 4º, en cuatro volúmenes. Encuadernación en tela con lomo de cuero y títulos dorados. Todos los volúmenes con la firma manuscrita de su antiguo propietario, fechada en 1872.  Palau, n. 215705. Suárez, n. 4782. 

Vol. I: 372 pp., incluye Portada, 2 grabados (retratos de Paz y San Martín). 

Vol. II: 384 pp. incluye Portada, albúmina montada sobre página del libro, de 13,6 x 10,1 cm., reproduce un retrato oval de Bernardino Rivadavia, con título en delicada letra manuscrita en lápiz grafito; 1 grabado (Dn. Carlos María de Alvear), y 3 croquis manuscritos en hojas insertadas al libro. 

Vol. III: 384 pp., incluye Portada, fotografía en papel albuminado reproduciendo un retrato oval del General Belgrano, de 13,8 x 10,1 cm., fotografía en papel albuminado reproduciendo un retrato oval del General Lamadrid, de 13,7 x 10,1 cm., croquis manuscrito original.

Vol. IV: 372 pp., incluye Portada, litografía-retrato de Juan Lavalle,  litografía-retrato de Justo J. de Urquiza.

Título fundamental en la historia argentina, este ejemplar de las “Memorias póstumas del Brigadier General D. José M. Paz”, posee atributos especiales, como lo son los cuatro croquis originales -de la Batalla de La Tablada (22 de junio de 1829); de la Batalla de Oncativo (1ª posición, el 25 de Febrero de 1830); del Terreno donde cayó prisionero el ilustre General Paz, 10 de mayo 1831; y de la Batalla de Caaguazú (28 de noviembre de 1841)-, y lo más importante para nosotros: los tres retratos en papel albuminado, en el formato inglés portrait-cabinet -los de Bernardino Rivadavia, el General Belgrano, y el General Lamadrid-, todo ello inexistente en los ejemplares corrientes de la edición de 1855. Ya el investigador fotográfico Roberto Ferrari lo había considerado como un “pre-incunable” de los libros con fotografías originales, pues se había anoticiado de la existencia de un ejemplar. Nosotros hemos dados con otros dos en colecciones particulares, cada uno con distintos retratos, siempre ampliando el repertorio de láminas litográficas incluidas en la obra, y ahora el presente.

Resulta hoy todo un enigma saber cómo se llevó a la práctica la encuadernación de estos volúmenes especiales. Máxime en las “Memorias…” de J. M. Paz, que se las ubica con distinta cantidad de grabados, dependiendo del ejemplar que se consulte.

GLMM