BLANES Y SU VÍNCULO CON LA FOTOGRAFÍA

Modelo fotográfico para la Batalla de Sarandí. Italia, ¿Florencia -1882-, o Pisa, 1899?.

Gelatina de plata virada al sepia. Medidas: 16,5 x 12,2 cm. Detrás, en un manuscrito en lápiz grafito, la referencia de su uso en la pintura de Sarandí. Obra en excelente estado que nos muestra el craquelado del negativo que bien podría ser de colodión húmedo. Se presenta enmarcada.

La imagen fue tomada en exteriores, en invierno, probablemente en los fondos de una finca cuya pared medianera se observa. El jinete fue retratado sobre un caballete que en su parte superior imita la montura; apoya su pie en un estribo. Siguiendo las indicaciones de Blanes, el modelo posa en un ligero contraluz, con uniforme militar y poncho blanco recogido sobre su hombro derecho, pues con tal brazo empuña un sable de caballería. Calza un sombrero blanco de ala ancha, e inclina la cabeza hacia abajo.

Esta imagen fue luego trasladada al enorme lienzo; Blanes lo ubicó a la derecha de la escena, en el fragor de la batalla. Siendo un talentoso pintor, no dudó en utilizar el recurso tan preciso de la fotografía en la búsqueda de su veracidad histórica. También lo hizo en las monumentales “Revista de Rancagua” y “Revista de 1885”.

En el campo del coleccionismo fotográfico y pictórico, no poseemos antecedentes de venta de otro registro de estas características, siendo de enorme valor testimonial en la iconografía rioplatense y en el arte pictórico del maestro Juan Manuel Blanes (1830 – 1901).

En cuanto a la génesis de esta pintura, la que nunca pudo completar Blanes, nos remontamos a Florencia, donde a fines de 1880 inició las tribulaciones para llevar adelante su composición, imaginada sobre un lienzo de ocho metros de largo. Desde un principio, siempre obsesivo en los detalles recurrió a su hermano Mauricio para obtener información  imprescindible, como uniformes, armas, modo de utilizarlas, pelaje de los caballos, escenario natural, desenlace del combate, etc., etc. Le dirá en una carta de febrero de 1882: "Es un cuadro de inmenso trabajo y muchos gastos..." Entre estos alude al alquiler de caballos y se queja también por los "tipos hombres", porque "el modelo de aquí no tiene la desenvoltura del hombre americano".

Cuando en 1883 regresó a Uruguay, todavía no había trasladado su bocetos a la tela y en la tierra natal, nuevas urgencias ocuparon su genio descollando el monumental cuadro de la "Revista de 1885". Si bien el casamiento de su hijo Juan Luis en Europa lo impulsó a retornar hacia el Viejo Mundo en 1890, poco más tarde regresó a su terruño. Mientras, el "Sarandí" continuó en espera. Fue el turno entonces de "La Revista de Río Negro", la tela que ilustra la campaña de Roca al Desierto, y llegaron las desgracias en la familia: murió Juan Luis en un accidente en Montevideo y su otro hijo Nicanor desapareció en Europa... Tras sus huellas partió Blanes en mayo de 1898, lo hizo junto a su modelo Beatriz Manetti y se instaló en Pisa, en la residencia de esta familia, donde al fin retomó el "Sarandí". El 25 de septiembre de 1899 le escribió a su hermano: "Desde ayer se agita Sarandí del modo que tu sabes..." La historia nos cuenta que nunca pudo localizar a su hijo, que su hermano falleció y que doblegado por una salud quebrantada y un espíritu golpeado, la muerte lo encontró el 15 de abril de 1901.

Entre sus obras inconclusas quedó el "Sarandí", esa maravillosa pintura que testimonia la victoria de las fuerzas conducidas por Lavalleja, cuando a la vera de aquel arroyo, el 12 de octubre de 1825 venció a las armas brasileñas.

En cuanto a su estudio fotográfico, nos preguntamos hoy si la imagen fue obtenida en los inicios del periplo, en Florencia allá por 1882, o en Pisa, cuando en 1899 trasladó al lienzo todos los bocetos y estudios realizados. Eduardo de Salterain y Herrera, en su ensayo "Blanes. El hombre, su obra y su época", nos brindó una valiosa información aquí utilizada y si bien reprodujo otra toma fotográfica destinada a la misma pintura -seguramente realizada con el mismo modelo-, a ésta la ubicó en Pisa y en 1899... Pero nos dejó abierto el espacio para la duda cuando copió las cartas de Florencia, donde en el ´82 ya Blanes se quejaba de los costos asumidos y de las carencias de sus modelos.

HEM