Retrato de Pascual Uriarte. Buenos Aires. Circa 1864.

Fotografía vintage en papel albuminado virada al sepia, tipo “carte-de-visite”, montada sobre un cartón impreso a cuyo dorso se lee la publicidad litográfica: "Félix N. Pitré / Fotógrafo / 303 Calle Defensa 303 / Buenos Aires" y por encima de ésta en un texto manuscrito, posterior, “Pascual Uriarte”. Al pie de la misma: “Se guarda el negativo”. Medidas. Foto: 8,7 x 5,5 cm. Cartulina: 9,7 x 6,4 cm. Obra en buen estado.

De pie frente a la cámara, Pascual Uriarte, combatiente de la Guerra del Paraguay, posa con su uniforme militar de brazos cruzados y como lo hemos visto en otra toma, calza ladeado el quepi sobre su abundante cabellera. La sala de pose muestra la profesionalidad de Pitré, con una columna a la izquierda  del retratado, la que sostiene un arreglo floral y detrás asoma un cortinado recogido. Detrás, un telón decorativo y al pie una alfombra.  

El 11 de julio de 1866 aquel valiente vivió uno de los momentos más dramáticos en la feroz contienda en los combates de Yataity-Corá. Las crónicas militares indican: «Cuando era más comprometida la situación, cuando más inminente era el peligro, se vio al subteniente de bandera Pascual Uriarte subirse a un “taturú” que estaba en el centro del “cuadro” y allí, levantando cuanto le fue posible la legendaria bandera la agitó en torno de los bravos que la defendían y con voz vibrante dio vivas al batallón 1° hizo de ese cuadro triste y doloroso el recinto de honor y de la gloria donde deben cumplirse la fórmula jurada de salvarla o morir con ella!» Uriarte salvó su vida en aquel palmar, muriendo al intentar protegerlo el segundo jefe del cuerpo, capitán Fernando Echegaray y continuó con su misión; sin descuidar la sagrada bandera, alentó a la victoria de las armas nacionales. 

El responsable de la imagen, Félix N. Pitré, de origen italiano, indicó su profesión de retratista en el censo de 1869. En el Museo Histórico Cornelio Saavedra de Buenos Aires se conserva de su autoría el ambrotipo de Félix Benavidez (1842 - 1929) quien posó frente la cámara antes de partir hacia la Guerra del Paraguay, sin duda, en la misma época que la presente carte-de-visite. El historiador Miguel Ángel Cuarterolo en su recordado libro "Soldados de la Memoria" (2000) señala que militares de los cuatro países en pugna asistían en masa a los estudios antes de viajar a los frentes de batalla; para la inmensa mayoría de esos hombres se trataba del primer retrato, pero para los que no volvieron... fue el último de su vida.

El ambrotipo conservado en el Museo Saavedra tiene detrás la misma etiqueta que observamos en la presente carte-de-visite, la que posee como única ilustración una paleta de mano atravesada por cuatro pinceles y, curiosamente, ningún elemento sobre la nueva fotografía, lo que nos indicaría que el artista envía un fuerte mensaje al público sobre su condición de pintor. 

Hemos realizado un minucioso estudio biográfico sobre este profesional retratista, aún inédito, que próximamente se publicará en la revista digital Hilario. Artes Letras Oficios.

Abel Alexander

Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía