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FOTOGRAFÍA

OTROS HALLAZGOS FOTOGRÁFICOS

MOJÓN DE PROGRESO

Estación ferroviaria. Argentina. Circa 1915.


Fotografía vintage. Copia a la gelatina de plata virada al sepia. Obra fotográfica: Medidas: 12,2 x 17,1 cm. Amplio soporte secundario de cartulina rígida: Medidas: 23,8 x 29,7 cm. Fotógrafo profesional no identificado. Obra en buen estado. 

 

Comentario aparte merece el gran soporte en fuerte tono marrón con beige suave y con una doble ventana; la exterior decorada en sugerentes líneas art nouveau y con motivos fitomorfos. Ligero faltante en el ángulo inferior izquierdo.

 

Entre los años 1880 a 1915 -fecha aproximada de esta toma- los ferrocarriles en la Argentina pasaron de 2.234 a más de 35.000 kilómetros de longitud, por entonces la más extensa de América del Sur y la octava en el mundo

 

Este salto tecnológico cambió para siempre las características de nuestra joven nación y propició un crecimiento económico que no pasó desapercibido a los ojos de las grandes potencias de la época. En muchos casos cada estación ferroviaria se convertía en el núcleo fundacional de un nuevo pueblo, en especial en la fértil llanura de la pampa gringa.

 

La obra fotográfica que nos ocupa fue realizada con una cámara de madera de exteriores para negativos sobre vidrio e instalada sobre un fuerte trípode; nos presenta una verdadera "Mise-en scéne" cuidadosamente orquestada por el fotógrafo, quien ha ubicado a los tres personajes sobre las mismas vías, para poder abarcar desde allí y como un fondo escenográfico ideal a la misma estación ferroviaria.

 

Se trata de un edificio de ladrillos rojos presentando la típica arquitectura inglesa de la época; consta de tres grandes puertas y amplios ventanales, techo a dos aguas y, la amplia galería, ostenta el infaltable banco de espera para los pasajeros, la pizarra de horarios y la báscula utilizada para registrar el peso de las diversas cargas. 

 

Apreciamos a los empleados ferroviarios con sus uniformes reglamentarios; de izquierda a derecha el elegante Jefe de Estación, un joven auxiliar con su carpeta de anotaciones y, finalmente, el responsable de las señales ondeando la bandera, algo movida por el largo tiempo de exposición. Por el nivel de los yuyos sobre los rieles, suponemos que el tránsito de formaciones debía ser escaso en esta línea, quizás destinada para los trenes de carga o sea el transporte de granos rumbo a la exportación. 

 

Definitivamente una obra fotográfica para coleccionistas ferroviarios.

 

Abel Alexander

Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía



S.O.XXIII - IM
AUTOR/A FOTÓGRAFO NO IDENTIFICADO

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