Mendoza. Circa 1905.

Álbum con 29 albúminas de 17,5 x 23,8 cm., montadas sobre cartulinas grises rígidas de 23,5 x 33,5 cm, las que exhiben en el margen superior derecho y en tinta blanca, la inscripción manuscrita por la propia mano del geólogo alemán Walter Schiller “Argentinien”, en tres de las fotografías, y en las restantes “Cordillera de los Andes”. Todas las fotografías con un epígrafe descriptivo manuscrito sobre el margen inferior de cada cartulina. Las fotografías y los soportes secundarios se encuentran en excelente estado de conservación. Encuadernación moderna. 

Álbum conformado por el propio geólogo alemán Walter Schiller (1879 - 1944) como testimonio de sus viajes por aquella región andina. Entre las vistas reunidas se muestran las ruinas de la Iglesia San Francisco (derribada por el terremoto de 1861) y una Alameda (ambas de la ciudad de Mendoza); un viñedo, el interior del Inca Hotel (ubicado a 2719 metros sobre el nivel del mar), el puente del Inca, el Hotel Termas de Cacheuta, la pequeña estación de Potrerillos, los túneles y diversos puentes ferroviarios; Los Penitentes, Tupungato, el Cerro el Plata y el Río Mendoza, y el Río Amarillo. 

Como era habitual en estos viajeros científicos y exploradores, complementaban su propia producción fotográfica (ver ítems 22 y 28) con la compra de vistas realizadas por profesionales locales. Es probable que éstas imágenes fotográficas hayan sido realizadas por el compatriota de Schiller, Augusto Streich, titular de la fotografía “La Moderna”, de aquella capital provincial.

Schiller nació en Dahmen (Brandenburg) en 1879 y estudió geología en Jena, Berlín y Freiburg. En 1905 llegó a la Argentina convocado por el perito Francisco P. Moreno, el héroe civil y gran explorador de la Patagonia, siendo director del Museo de La Plata, institución donde trabajó junto con sus colegas Hauthal y Roth. Schiller fue uno de los que contribuyeron a la exploración de los yacimientos petrolíferos de Comodoro Rivadavia y entre sus contribuciones cient´ficas, describió sobre el terreno la complicada y desconocida contextura del Aconcagua; y compiló sus largas observaciones en la fundamental obra “La alta cordillera de San Juan y Mendoza”, llena de erudición. Escaló el Aconcagua en 1906 hasta los 6000 metros, y al año siguiente volvió a colocarse sus gafas de alta montaña sobre sus ojos claros para encarar el desafío nuevamente, pero cayó en una grieta donde debió pasar varios días hasta ser rescatado por una expedición italiana que también intentaba hacer cumbre en el pico más alto de América. En 1944, Schiller encontró su muerte en aquella montaña.

OMMM